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El calibre mecánico más pequeño del mundo: Jaeger-LeCoultre 101

Enciclopedia del reloj de bolsillo

Por Mireia Montañés y Mercè Cat

 

En 1925, el nieto del fundador de la casa LeCOULTRE, David LeCoultre, se asocia con Edmond Jaeger, proveedor exclusivo de los mecanismos de relojería de la prestigiosa casa Cartier, y nace la compañía moderna JAEGER-LECOULTRE.

 

En lo que concierne a la relojería de pulsera, la fábrica de Le Sentier (Jaeger- LeCoultre, es, entre otras cosas, una de las últimas firmas del sector que se encarga de todo el ciclo de la elaboración, desde el proyecto hasta el producto terminado) ha unido su fama y su éxito a la evolución del llamado “reverso”. Otros modelos Jaeger- LeCoultre que han hecho época son: el “Duoplan” de 1926 y, a partir de los años cincuenta los modelos “Memovox” y “Futurematic” dotados respectivamente de despertador y de visualización de la reserva de carga.

 

Este artículo tratará exclusivamente del superlativo de la familia de los DUOPLANS: el calibre rectangular o “baguette” 101, destinado a un público femenino, que fue desarrollado en 1929 y actualmente sigue en producción.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La rareza de esta obra maestra radica en sus reducidísimas dimensiones: un volumen de 0.2 cm 3 (14 x 4.85 x 3.4mm) que pesa apenas 1 gramo. Este flirteo con lo imposible ha llevado a la casa Jaeger-LeCoultre a ostentar el record Guiness de la maquinaria mecánica de reloj más pequeña jamás realizada, título que aún hoy conserva. Asimismo, la variedad “skeleton” ostenta el record Guiness al reloj mecánico más ligero.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La primera versión del calibre 101 o de “dos líneas“ constaba de 74 piezas, aunque actualmente posee 98 piezas, cuyo ensamblaje requiere el arduo trabajo de un experto maestro relojero durante dos semanas.

 

El calibre 101 es un movimiento mecánico de carga manual el volante del cual oscila a 21.600 alternancias por hora, lo que nos da idea de la precisión que alcanza a pesar de la complicación de su ensamblaje. La maquinaria está ajustada a 5 posiciones, posee 19 rubíes y la belleza estética de la misma resulta indiscutible. Consta de indicador de horas y de minutos así como de una reserva de marcha aproximada de 33 horas. La producción de uno sólo de estos mecanismos conlleva el trabajo de varios meses, y se fabrican aproximadamente unas 50 unidades al año (comparado con otros modelos de Jaeger-LeCoultre, la producción es considerablemente baja).

 

El reducido tamaño del calibre 101 lo ha convertido en la maquinaria ideal para su utilización en alta joyería, dando como resultado un reloj-joya delicado cuya exquisitez ha sido exhibida en muñecas tan célebres como la de la Reina de Inglaterra, Isabel II, durante su coronación en el año 1953.

 

Uno de los modelos más aclamados sigue siendo el “Riviere” de diamantes; la utilización de otras piedras preciosas ha quedado supeditada a la voluntad y buen gusto de los mejores engastadores.

 

Una joya de estas características debe eludir todo elemento que visualmente entorpezca la equilibrada línea y elegancia del diseño. La acertada incorporación de la corona en la parte posterior de la caja, es determinante para conservar el estilizado equilibrio de cada pieza.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sin embargo, no debemos olvidar que el virtuosismo estético y la riqueza de los materiales simplemente albergan uno de los mayores logros de la relojería ginebrina: el calibre 101, rey indiscutible de la miniaturización mecánica.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Duoplan

Calibre 101

Reloj-joya para dama, calibre 101 riviére con zafiros

En 1995

Jaeger-LeCoultre presenta el mini reverso con el famoso calibre 101 de 1929

En la fotografía se pueden apreciar los 98 componentes de este famoso dibujo del calibre 101 de J. Deleskiewicz.

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